El poeta Guillermo de Torre escribió en 1924 un poema en el que habla de la posición y el poder de la incipiente publicidad. En ese momento reinaba el poder de los carteles, que llegaban a ocupar fachadas enteras para anunciar una empresa o a una persona. El autor a lo largo de todo el poema ejemplifica con lo que ve por las calles de Madrid en las que, como novedad, comenzaban a pegarse los llamados por aquella época affiches, del francés affiche; con el paso de los años se generalizó la denominación cartel, nombre con el que los conocemos en la actualidad. La composición al completo quiere representar la publicidad.
A lo largo del poema encontramos numerosos neologismos, la gran parte de ellos son palabras acuñadas por el propio autor.
Un aspecto en el que debemos fijarnos es la tipografía expresiva. Este es un tipo de tipografía típico de los carteles.
La disposición de las frases también corresponde a la presentación que de estas hacen los publicistas en los carteles. En este caso esos carteles son los que se encontraban colocados en la Puerta del Sol en aquella época.
El poema es algo novedoso ya que en el momento en el que escribe de Torre no era muy común este tipo de tipografía y esta disposición del contenido; aunque nos recuerde a los caligramas creados por Guillaume Apollinaire años atrás.
El nombre del autor argentino Jorge Luis Borges aparece mencionado al inicio de la composición. Es un hecho destacado que en España se acordaran de un joven autor vanguardista como era Jorge Luis Borges en ese momento. El Ultraísmo, tendencia que siguió Borges, acaba de llegar a España y Las Vanguardias no estaban del todo bien vistas en una sociedad que era bastante tradicional.
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