La frase "vuelve a casa por Navidad" es una expresión que seguro que a cualquiera le resulta muy familiar. Desde hace años la marca de turrones "El Almendro" patrocina sus productos cada Navidad con este eslogan, incluido en un anuncio de carácter sentimental con el que busca mover al consumidor, a la vez que consigue que a este último se le escape alguna que otra lágrima. Este año, de nuevo, no ha sido menos.
Hace ya unas semanas que llevamos viendo en televisión este spot publicitario. En esta ocasión parecen haber unido al factor sentimental un hecho que todos conocemos bien en nuestros días y que resulta muy controvertido, al mismo tiempo: la partida de los jóvenes al extranjero debido a que la crisis ha provocado que no encuentren trabajo en España. En este anuncio vemos como un chico joven está trabajando en Sydney. Aunque no nos confirmen que el motivo antes citado es la causa de que el joven no esté en España; nosotros entendemos, debido a la época en la que vivimos, que el chico ha tenido que marcharse a Australia para acceder a un puesto de trabajo correspondiente a su cualificación, ya que el aspecto de los protagonistas también nos deja ver qué se trata de un joven que ha estudiado una carrera universitaria.
Este factor crisis es utilizado por "El Almendro" para que esa lágrima fácil aparezca en quienes están viendo las escenas al otro lado de la pequeña pantalla. El publicista conoce aquello que mueve a los espectadores, y posibles compradores, sobre todo en un momento en el que muchos de ellos se han visto afectados por este fenómeno y, sino no lo han sido directamente, conocen casos de personas que han tenido que marchar de España para trabajar o, al menos, saben algo acerca de ello.
Ahora hablaremos de el anuncio como anuncio en sí:
El vídeo dura veinticinco segundos y las acciones, en consecuencia, se suceden muy rápidamente. Al comienzo vemos, como ya hemos dicho, al joven en Sydney -lugar en el que trabaja- en la oficina. En ese momento recibe un paquete de correos enviado para él desde España. Lo abre y encuentra una tableta del conocido turrón, y publicitado en este caso, "El Almendro"; pero desde una perspectiva tomada por encima del joven observamos que sobre la mesa tiene un billete de avión a su nombre con destino Madrid.
A continuación pasamos directamente a una casa en la que una familia está celebrando la cena de Nochebuena, sabemos esto por la frase del anuncio en la que se incluye la palabra "Navidad" y porque en Sydney figura la fecha de "21 de diciembre". Un matrimonio, su hija y los abuelos se encuentran reunidos alrededor de la mesa cuando suena el timbre. La familia se mira confundida y acude a abrir la puerta. Es entonces cuando el espectador se da cuenta de que el billete de avión era un regalo de los abuelos para Marcos, que así se llama el protagonista, en forma de sorpresa para sus padres y hermana. Conocemos este dato porque ambos gesticulan cuando sus hijos se alejan para comprobar de quién se trata, y al final el abuelo y el nieto se guiñan el ojo.
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| Imagen tomada del anuncio |
La nostalgia música, la tan conocida letra de la sintonía, la escenografía y el tiempo en el que se va a mostrar el anuncio son elementos importantes que juegan con provocar emociones en el espectador.
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| Imagen final del anuncio |
Podéis ver el vídeo en el canal oficial de Youtube de "El Almendro" a través de la siguiente dirección web:
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